LA CIENCIA DE LA TIERRA

 

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La tierra en que vivimos

Nuestro hogar en el espacio, la Tierra, está hecho principalmente de hierro, rocas, agua y aire. Las cosas vivas, tales como las plantas y los animales también forman parte de la Tierra. La fuerza de la gravedad reúne todas las partes de la Tierra. Con el hierro pesado y las rocas se ha formado una enorme bola, de un diámetro  de aproximadamente 13.000 km, que tiene una superficie bastante accidentada. Aunque la superficie es sólida, los volcanes muestran que esta bola rocosa está caliente y fundida en parte en su interior. La gravedad ha atraído el agua en las depresiones de la superficie sólida para formar océanos mientras el aire forma una capa de poco espesor alrededor de la Tierra sólida.

La vida en la Tierra

La vida existe en todos los sitios de la Tierra que no estén demasiado calientes, fríos o secos y con la condición que reciba bastante luz del Sol y que haya alimentos disponibles. Plantas diminutas se desplazan en las aguas superficiales soleadas de los océanos y plantas mayores tales como árboles y hierbas cubren una buena parte del suelo. Con la energía que reciben del Sol,  las plantas actúan como fábricas y transforman el agua y el aire en alimentos para ellas. A su vez, son comidas entonces por animales.

Durante millones de años, los seres vivos han dejado su huella en el aire, los océanos y hasta en las rocas. Hace miles de millones de años no había oxígeno en el aire. Rayos dañinos del Sol descendían sobre la Tierra y destruían cualquier forma de vida que se atrevía a abandonar la seguridad del mar.

El oxígeno en el aire

Lentamente, se desarrollaron plantas en el mar y empezaron a emitir oxígeno mientras crecían. Una parte del oxígeno se disolvía en el agua del mar y una parte se escapaba en la atmósfera. Una parte del oxígeno del aire fue transformado en un gas llamado ozono que puede absorber los rayos dañinos del Sol. Gracias al escudo del ozono, la vida pudo entonces desarrollarse en el suelo de la misma manera que en el mar. A medida que se desarrollaron, los seres vivientes empezaron a utilizar oxígeno para respirar. Hoy en día, la mayoría de los seres vivientes en el mar, en la tierra firme o en el aire necesitan oxígeno para sobrevivir.

Tantos animales y plantas han vivido en la Tierra que en algunos puntos sus restos se han endurecido para formar capas de roca. Las conchas de los animales marítimos del pasado se han transformado en el aceite espeso que se utiliza para fabricar gasolina.